El sacrificio

Offret (1986)

Alexander es un intelectual que se siente desencantado con el mundo actual, con la desunión de su familia y con el avance de la tecnología. En el día de su cumpleaños, un noticiero anuncia el inicio de una guerra nuclear.

La última película de Tarkovski, a pesar de estar enmarcada dentro de sus principios estilísticos habituales, es marcadamente diferente del resto de su filmografía. Los acontecimientos que ocurren no pueden ser explicados de forma racional, el modo de actuar de los personajes puede parecer inverosímil (el trabajo actoral de prácticamente todo el elenco juega un papel fundamental a la hora de determinar este aspecto de la película).  El ritmo, lento como de costumbre, imbuido al film a través de esos característicos planos largos, transmite al espectador la tensión y sensación de desespero provocada por el inminente apocalipsis (si bien éste llega a flaquear durante algunos instantes de la primera mitad de la película).

sacrificio fotografia
El manejo de la luz (cortesía del afamado director de fotografía Sven Nykvist) tiene un efecto dramático muy pronunciado. A medida que la película progresa, la luz empieza a diluirse, a desaparecer. A muchas secuencias se les realizó una pronunciada reducción de color. Llegan a estar sumidas en una oscuridad casi total.

Alexander es un hombre que vive distanciado del modo de pensar y actuar de sus contemporáneos. Inicialmente, lo único que puede hacer es lamentarse, pero se frustra, porque quisiera actuar en lugar de hablar. Para salvar a la humanidad, ofrece un sacrificio de todas sus posesiones y de su estilo de vida, un regalo desinteresado. Curiosamente, a pesar del carácter marcadamente religioso del cine de Tarkovski, existe cierta ambigüedad en El Sacrificio, que da pie a variedad de interpretaciones. A pesar de que el acto de sacrificio por los demás, como acto central, está claramente enmarcado dentro de una visión cristiana, Dios no intercede de manera explícita, e incluso se alude al paganismo (a través de la figura de la bruja). Las alusiones a Japón (muy poca música aparece durante la película, pero una pieza musical tradicional japonesa destaca) podrían hacer referencia a elementos espirituales de otra naturaleza presentes en las religiones orientales.

alexander monologo sacrificio
«El hombre siempre se ha defendido de otros hombres y de la naturaleza, de la cual forma parte, violándola constantemente, erigiendo así una civilización basada en la fuerza, el miedo y la dependencia. Todo nuestro progreso técnico sólo nos ha traído cierto nivel de bienestar. Y violentos instrumentos para mantener el poder. ¡Somos como salvajes!»

El Sacrificio puede ser ofuscante y difícil de entender (cosa que no es sorprendente ni novedosa, viniendo del autor de El Espejo), por lo que su significado más profundo puede perderse si se realiza una interpretación literal de la obra. Podría pensarse que al final, Alexander resulta siendo un enfermo mental. En realidad, lo que impulsa su modo de actuar es su fe, su impulso de beneficiar al prójimo, de trascender, hallar su espiritualidad en un mundo cada vez más materialista, y aportar a la construcción de una nueva sociedad. Sólo teniendo en claro esto puede llegar a comprenderse el verdadero carácter de la película, el cual es más el de una parábola o una alegoría, que el de un drama.

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